sábado, 20 de noviembre de 2010

NUESTRA CONCLUSIÓN FINAL

    Después de haber revisado las distintas aristas de lo que la mega realidad RED SOCIAL en Internet significa, concluimos que en los usuarios está el deber de hacer un uso responsable de este recurso tecnológico y comunicativo, lo cual se logra con educación por un lado de valores, de un correcto y prudente uso de este medio de comunicación, y por el otro de una fuerte dosis de humanismo, para disipar la difusa actualidad llena de espejismos sobre la realidad tanto interior como exterior de las personas, creada por los medios de comunicación y por los distintos intereses del poder.  El ser humano, el usuario de Internet y de estas redes, necesita una tecnología que preserve su derecho inalienable de libertad y garantice la plenitud de sus derechos como ciudadanos, aun cuando se trate de una “ciudad virtual”, porque sin una educación correcta en valores fundamentales, de una comunicación sana y respetuosa, cualquiera sea el medio que la establezca, indefectiblemente se llega al caos social debido a la anomia legal dentro del sistema.

                Asimismo, consideramos que es imposible negarle a las redes sociales su característica de ser un fiel reflejo de las sociedades en un modelo de menor escala y de cómo pueden ser utilizadas con fines sociales cooperativistas y de concientización de valores perennes universales gracias a su cualidad comunicativa, como así también el hecho de ser útiles para servir en el descubrimiento de cuáles son los puntos débiles de estos sectores sociales que se puedan intentar reparar.  Pero, a pesar de todo esto, no debemos olvidar que el verdadero encuentro entre dos seres humanos sólo se da en persona, y que el bien de y el derecho a la libertad nunca debe restringido en ningún aspecto bajo ninguna circunstancia.


ANTES DE DESPEDIRNOS, ESPERANDO SE INTERESEN EN EL TEMA DE NUESTRO BLOG Y HAGAN SUS APORTES, LES DEJAMOS ALGUNOS TIPS A TENER EN CUENTA ANTES DE UNIRSE A UNA RED SOCIAL:

Algunas recomendaciones básicas:
  • Decida la presencia. Piense primero qué ganaría y qué perdería al estar en una determinada red. Tal vez en este punto podrían evitarse los primeros dolores de cabeza.
  • Defina el tipo de presencia. Usted puede tener una presencia como la quiera tener. Hay quienes deciden tener una presencia seria y otros aprovechan para darle rienda suelta a su alter ego. Una presencia que combina los dos propósitos termina siendo espontánea, pero a la vez confusa y llevarlo a compartir cosas que ni pensaba hacer públicas.
  • Configure su nivel de privacidad. Prácticamente todas las redes permiten que el usuario defina qué tanto quiere decir de sí. Aproveche esos recursos.
  • Separe lo público de lo privado. Una vez que ha resuelto los anteriores puntos, procure compartir datos críticos como dirección, teléfono y otros solamente en las herramientas internas para comunicarse con otros miembros de manera privada. Use los ‘muros’ como el de Facebook para saludar, hacer preguntas y muchas cosas más, pero no deje estos datos sensibles que pueden ser vistos no solo por los destinatarios originales sino por todos los ocasionales a los que ese miembro les ha permitido el acceso.
  • Elija las fotos. Si va a publicar fotos, evite que en ellas aparezcan detalles que puedan delatar la ubicación de su casa, el colegio donde estudian sus hijos u otros similares.
  • Acepte amistades reales. Procure que la gran mayoría, si no todos, de sus contactos en las redes los conozca en el plano real. Es posible que algunos de esos usted no los haya visto antes, pero al menos tenga claro si ha establecido con ellos relaciones profesionales o de otros propósitos de manera continua.
  • Acepte la vida offline. Si tiene temor a todo lo que puede pasar en la vida online, le presento el mejor consejo: Dedíquele más tiempo a la vida fuera de las redes, entérese del color verde de los parques, empápese de ciudad o de naturaleza. 

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